Ojalá encuentren aquí un pedazo de Cuba, de su alma y de su gente... un poco de Matanzas, y un poco de mí

sábado, 19 de abril de 2014

Capetillo, un héroe de Girón

Carlos, muy elegante, a la entrada del Museo de Girón
El ómnibus parquea frente al Museo de Girón, en la Ciénaga de Zapata. Me bajo rápido y casi a la entrada encuentro a un anciano blanco en canas, con bastón y muy elegante. Permanece parado frente a la tarja donde están inscritos en bronce los nombres de todos los mártires de Girón.

Evidentemente busca algo, pero su gastada vista no le ayuda. Pasa la mano con cuidado por los nombres, como si tocar le doliera.

Me le acerco. ¿Qué busca? ¿Quiere que le ayude?

Busco el nombre de mi hermano, me dice. Se llamaba Julio Luis Rodríguez González y es un mártir de Girón. Está más o menos por este lugar, me señala.

Enseguida encuentro el nombre de su hermano y le ayudo a colocar la mano encima. Se estremece de dolor. Venir siempre le trae el recuerdo de su madre.

“Mamá llenó media lata de lágrimas”, me dice. “A veces pienso que yo no tenía que haber venido. Mi hermano y yo la hicimos llorar mucho. Pero fue lo que nos tocó hacer. No pienses que no me siento orgulloso”, reclama ante mi mirada de duda.

Carlos Rodríguez González está en Girón con una delegación de Cienfuegos que viene a rendir homenaje a los mártires de esa hermana provincia. “Ya no me hacen mucho caso porque estoy viejo”, jaranea.

Le esperan para comenzar el acto, pero él insiste en conversar. “Cuando llego a Girón ya mi hermano Julito estaba herido. Por eso a veces pienso que venir fue una mala decisión, pero solo por mamá”.

“Yo tengo todas las condecoraciones, he participado en todas las luchas que he podido”, sigue contándome mientras le esperan.

“Empecé con Chivás y después con Fidel. Yo soy revolucionario desde que nací, y digo que yo soy más revolucionario que Fidel”. “Saca la cuenta”, me explica y se ríe pícaro, “si los dos somos revolucionarios desde que nacimos, y yo soy dos años más viejo que él, yo soy más revolucionario”.


La placa que recuerda a su hermano, Julio Luis Rodríiguez González

“Mi hermano y yo éramos el uno para el otro. Vivíamos en el central Andreíta, en Cruces. Éramos hermanos de sangre y de lucha. Cuando empezamos en el Movimiento 26 de julio, mi papá, que era una persona analfabeta pero con una visión del carajo, se dio cuenta de que andábamos en algo y nos llamó a contar”.

“Papá era de esos viejos que le tienes miedo o lo respetas. Con él no había otra alternativa”.

“Nos llamó, miró pa´ los dos y nos dijo: Yo sé que ustedes están en algo y me tienen que decir la verdad. Yo miré pa´ Julito, Julito miró pa´ mí, y le dijimos, sí papá. Nosotros pensábamos que nos iba a regañar y el viejo lo que quería era ser del movimiento también”.

“Nos dijo, hagan todo lo que tengan que hacer pero me tienen que dar respuesta. Entonces fuimos a ver al jefe y nos dijo que si confiábamos en papá. Le dijimos, ¡coño, cómo tú nos vas a decir eso! Y el viejo Capetillo, mi papá, en el central Andreíta es una figura. Hay un tanque que está en el museo de la localidad que armamos para el Che y mi papá aparece como constructor de ese tanque”.

“En la familia éramos cinco hijos, y mamá y papá; y todos éramos combatientes”.

“Julio Luis es el verdadero héroe de Girón en la familia. Él fue de los primeros en llegar y enfrentar a los mercenarios el mismo 17 de abril. Formaba parte del Batallón 339. Yo llegué después, cuando ya él estaba herido”, dice minimizando su participación. 

“En Cruces a nosotros nos conocen por los Capetillo, por mi papá, pero a veces pienso que me conocen más a mí que a mi hermano. A mí me conocen por Carlitos Capetillo. Ese soy yo. A mí me dicen Carlos Rodríguez y yo no respondo”.

“Tengo una hermana que también fue combatiente, se unió a las tropas del comandante Victor Bordón, pero ella es excesivamente modesta. Yo digo que si todos los que hicieron la guerra de independencia fueron tan modestos no se supiera nada de lo que pasó; ni de la guerra de independencia, ni de la pseudorrepública, ni de la lucha revolucionaria”.

Lo llaman con insistencia y se incorpora a la conmemoración
“Eso es lo que nos tocó hacer; lo hicimos y tenemos que contarlo…”

Lo llaman con insistencia. Quiero saber más de su llegada a Girón. “Fue por Yaguaramas”, me dice… Pero tiene que irse porque ya no lo pueden esperar más. Le ayudo a caminar y le dejo en compañía de sus compañeros.

Me hubiera gustado conocer más de este hombre a punto entonces de cumplir 89 años (hoy tendría cerca de 90) lleno de energía y con tantas historias por contar; pero yo también debo incorporarme a la delegación de la Unión de Periodistas de Cuba con la cual he llegado hasta Girón…

Datos de Julio Luis Rodríguez González (hermano de Carlos)
- Julio Luis Rodríguez González perteneció al Batallón 339 (de Cienfuegos).  Al producirse el desembarco mercenario por Playa Girón, es movilizado. Antes de partir, pide que le digan a su padre que la Patria lo necesita y que va a luchar por ella.
Cuentan que sobre un tosco pedazo de papel escribió a su esposa algo similar y le pide que se dirija con los muchachos hacia la casa de sus padres, en el Central Andreíta, en Cruces, Cienfuegos.
En el fragor del combate, al ver caer herido a un compañero por el fuego enemigo, se adelantó para socorrerlo y al levantarlo fue alcanzado por una bala explosiva en la ingle. El proyectil le afecta  la arteria femoral, por lo que pierde bastante sangre antes de poder recibir atención médica.
Fue trasladado al Hospital de Cienfuegos donde recibió la visita de sus compañeros de lucha de la clandestinidad de Cruces. Todos pensaron que se salvaría. Pero las lesiones eran muy graves y muere el 28 de abril de 1961.

Consulte aquí más información: Julio Luis Rodríguez González

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