Ojalá encuentren aquí un pedazo de Cuba, de su alma y de su gente... un poco de Matanzas, y un poco de mí

jueves, 22 de abril de 2010

Bellamar: pensar de donde tenemos los pies hacia abajo. Segunda Parte

- Bellamar: aprender a vivir en armonía con la cueva
- Bellamar: el proyecto homónimo
 
  Justo antes de llegar a las Cuevas de Bellamar, a solo tres kilómetros de la ciudad de Matanzas, el visitante tropieza con una gran llanura, que a ambos lados de la carretera se encuentra inutilizada. Pero la Fundación Antonio Nuñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre le echó el ojo y la bala, y ya tiene su proyecto para preservar también esa área.
  “Con el compromiso de conservar Las Cuevas hemos asumido el reto de proponer un uso sostenible sobre la cavidad, o sea, sobre toda esa meseta que está encima de la caverna. Estamos proponiendo variantes de uso que permitan conservar ese patrimonio subterráneo”, comenta Esteban Grau González, presidente del Comité Espeleológico de Matanzas.
P: ¿La meseta queda…?
EG: La meseta queda a la derecha y a la izquierda de sus manos cuando se sube hacia las Cuevas. Es todo lo que se ve en ambas direcciones en un radio de 200 metros y debajo están todas las galerías nuevas descubiertas de Bellamar.
P: ¿Qué planes hay para esa meseta?
EG: Tenemos un proyecto con la Fundación Antonio Nuñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre de uso sustentable de la meseta, en conjunto con diferentes entidades la provincia como el Instituto de Planificación Física, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el Ministerio de Cultura, el Gobierno y la Agricultura. Estamos haciendo una propuesta de reforestación, de agricultura sostenible, de uso del agua con otras fórmulas y de cómo evacuar los desechos, dando otra visión de cómo el hombre puede vivir en un territorio cársico.
P: ¿Vivir irresponsablemente encima de las cavernas puede afectarlas?
EG: No solo eso. Las cuevas, más que todo, son los caminos del agua. De hecho son los grandes almacenes de agua de la provincia. Nosotros tenemos que empezar a hacernos responsables de que debajo de nuestros pies está el agua que después vamos a tomar.  
  Y eso sucede mucho en Matanzas, más del 90 por ciento del territorio de la provincia es cársico. O sea, el agua está subterránea. Muchas de las grandes ciudades se soportan sobre estos sistemas, y no nos damos cuenta porque no lo vemos y a la larga la contaminamos y se vuelve insostenible el lugar donde vivimos.
  Dentro de unos años las nuevas generaciones no tendrán agua limpia para tomar si seguimos con esta visión poco completa de nuestro medio. Solo pensamos de donde tenemos los pies hacia arriba, no de donde tenemos pies hacia abajo.

  Y esa es la propuesta que hace la fundación, ver todo como un gran conjunto, proponemos la permacultura como proyecto, que es una eterna cultura, vivir en armonía con el entorno, y vernos en tres dimensiones, como las imágenes y darnos cuenta de que hay mucho más de lo que vemos.
  En el caso de Bellamar hay un elemento fundamental, uno de sus grandes valores y por lo que es monumento nacional,  es por ser un laboratorio natural, con cristales únicos de carbonato de calcio, que se han creado en esta cavidad por las condiciones climáticas únicas que ha tenido en el tiempo.  
 Todas estas nuevas galerías guardan este tesoro, y qué hace el hombre, cuando construye sobre ellas, fosiliza las partes de superficie, echa cemento, ya no corre el agua igual que antes, ya esos conductos quedan muertos y esos cristales comienzan un proceso de destrucción porque se cambia el clima y empiezan los procesos de fosilización de la cueva.
  La cueva como un ser nace, se desarrolla, y tiene un período de senilidad y de muerte.  Bellamar tiene procesos de estos en varios lugares que son naturales y otros que el hombre está acelerando.
P: ¿Específicamente, que se hará en la meseta?
EG: El gran peso de este proyecto es trabajar con la comunidad que vive sobre la meseta. De hecho se está ayudando a la comunidad a reforestar su área, dicen quienes viven que no hay agua, pero el agua está a 40 metros, y creamos conciencia para recolectar agua de lluvia, los ayudamos con los aperos de labranza.
  El proyecto está financiado por una entidad francesa (Francia ayuda a América Latina) que trabaja con nosotros hace dos años en la sostenibilidad de la meseta.   Actualmente trabajamos con cinco familias, pero pretendemos abarcar 15 casas que viven aquí en tres años.

P: Se habla también de un sendero…
EG: Será la zona de los jardines de Bellamar. Cerca de la antigua pollera le pedimos a la agricultura que nos diera en usufructo la tierra, y ya se hicieron los diseños para crear los jardines de Bellamar, que deben estar listos en dos años. Es algo vivo que se mantendrá, y que tendrá un sendero que enlace las antiguas Cuevas de Bellamar con el centro nuestro, también dentro del proyecto, y que estará a 350 metros del actual centro turístico.  
   En ese sendero van a haber vallas que nos dirán que hay debajo de nuestros pies, a 25, 30 o 40 metros. Los carteles nos dirán dónde exactamente debajo de nuestros pies están esos cristales que se verán en la proyección en tres dimensiones.  Eso nos ayudará a saber por qué tenemos que protegerlo.
  Dentro de unos años Los jardines de Bellamar con su sendero deben estar incluidos en la excursión habitual a Las Cuevas del mismo nombre, un centro turístico llamado a convertirse en paladín de la lucha por preservar los suelos cársicos, no solo de la provincia, sino del país.

1 comentario:

  1. Ojalá se pensara así en todas partes, para que se cuidara más la naturaleza, bravo por esa gente, y que sigan conservando las cuevas...

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