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domingo, 17 de octubre de 2010

Yamelito: los discapacitados somos nosotros + Fotos

Conocer a Yamel Baluja, un niño de cinco años con ojos rasgados y sonrisa perenne, me ha hecho cuestionarme quiénes son los verdaderos discapacitados: los que por nacimiento tienen alguna discapacidad, o los que nos autoproclamamos normales.

Yamelito, nació con un cromosoma de más en el par 21, y por eso la sociedad lo ha ubicado en el lugar de los discapacitados. Cuando su mamá Yaumara sale con él siente las miradas de asombro o lástima que siempre cuelgan sobre el pequeño.


Pero flacucho, hiperactivo y jodedor, Yamelito apenas repara en esas minucias de gente grande, que él aún no entiende, y que su mamá se empeña en limar, para que cuando crezca sea más fuerte.

Mucha gente la tilda de dura porque ha dejado que Yamelito corra, se caiga y se raspe las rodillas; que coma solo aunque la embarrazón se le cuele por la nariz y se bañe sin ayuda, aunque se deje las orejas sucias.

Yamelito va al preescolar en la escuela de su barrio, y como todos los niños está enamorado de su maestra; tiene una libreta llena de trazos, de garabatos y papeles de colores y una novia más grande que él.

Conocer a Yamelito, me ha hecho cuestionarme su discapacidad. No encuentra ninguna en ese niño que habla como una cotorra, que se sabe de memoria poesías y canciones, y que abraza y besa a las personas sin conocerlas.

A ese pequeño que distingue rápido entre la gente buena y la mala, que encesta el balón de basket mejor que sus amiguitos, empina papalotes, quiere andar solo por la acera y como cualquier niño de cinco años no se sabe abrochar los cordones de los zapatos.

Yamelito tiene un millón de cosas para enseñarle al mundo, y se me ocurre que tal vez, ese cromosoma de más que lo hace una personita con Síndrome de Down le ha aportado esa sensibilidad que nos falta a la llamada gente normal.

Que me disculpen los médicos, defectólogos y especialitas en educación especial; las verdaderas discapacidades están en el alma, en la maldad, en la gente que no ve las cosas bellas de la vida.

Y a los que como Yamelito llamamos erróneamente discapacitados, solo un mensaje: no cejen en el empeño secreto de hacernos mejores a nosotros, los verdaderos discapacitados.

Fotos de Yamelito en su escuela

Yamelito se enamoró de Dianelis, una joven periodista






















Yamelito, como todos los niños, siempre termina con la camisa por fuera

















Con su mamá y conmigo (Yirmara)






















Con la novia, más grande, pero no importa





















!Qué amor!, Yamelito no suelta a la novia

















Yamelito habla hasta por los codos






















Con su maestra Yarilis y la auxiliar pedagógica






















Yamelito con todos los amiguitos del aula

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