Ojalá encuentren aquí un pedazo de Cuba, de su alma y de su gente... un poco de Matanzas, y un poco de mí

viernes, 18 de octubre de 2013

Post prestado: El noticiero cómico de las 8:30

  Este post lo escribió una guajira como yo... lo que ella no es de tan "monteadentro", sino de un pueblo con calles de asfalto al sur de Matanzas, Jaguey Grande. Recién graduada de periodismo, quiere cambiar el mundo; pero lo quiere hacer ahora mismo porque ella no tiene paciencia para esperar por "los congelados"...

  A raíz del primer añito de la carta del carro de Luis Silva (actor que encarna a Pánfilo), que circuló por la red de redes, y de la crítica que le hicieran al programa Vivir del Cuento (de la TV Cubana) y la correspondiente y justa respuesta de Silva, pensé escribir algo. Pero como es constumbre, no he tenido tiempo... Así que tomo prestado este post (que conste que le pedí permiso)... Su título: El noticiero cómico de las 8:30, su autora: Yarislay García Montero y está publicado en la página web de Radio 26...

   Todos los lunes, después del noticiero estelar de la Televisión Cubana, me siento frente al televisor para no perderme el espacio humorístico Vivir del cuento, que según su principal figura, Luis Silva, quien encarna al viejo Pánfilo; cuenta con un 97 por ciento de aceptación en la población.

Un nivel de audiencia bastante significativo y competente, si tenemos en cuenta la creciente preferencia de los cubanos por las series norteamericanas y otros tantos programas televisivos extranjeros, así como la caducidad de varios espacios en la pantalla chica, que dejan a un lado la creatividad y las necesidades de consumo de la gente, esa que ya no se conforma con las transmisiones de cinco canales de televisión.

Lo cierto es que cada historia de Pánfilo y Chequera quedan en mí como una descripción detallada de lo que es la Cuba de hoy y cómo la vive cada cual, da igual si es gerente, jubilado, un insignificante dirigente o un carpintero como Chacón. Guiones que expresan, escenifican, critican y también representan, desde los más antiquísimos baches hasta “la lucha” de aquellos, que como Aguaje, buscan una vida fácil beneficiándose de otros.

Y es que Vivir del cuento es una especie de noticiero en formato cómico donde incluso se exponen otros conflictos de la sociedad actual que rara y superficialmente publican los espacios informativos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y la prensa impresa.

Así, muchos se preguntan cómo puede este programa reflejar y denunciar, de paso, los problemas que existen en cada barrio, en cada hogar. Mi vecino decía este lunes: ¡Ahora sí que no sale más el programa!, pero vuelve a aparecer para suerte de muchos, porque esos humoristas cuentan bien la verdad. La misma verdad que escriben los profesionales de la prensa, pero que no puede salir a la luz pública porque no somos Pánfilo y su pandilla.

Verdades ocultas- en los noticieros- que traen burla, apatía y rechazo hacia la prensa cubana, un
ejercicio profesional que según muchos ha quedado en manos de los humoristas porque la prensa hace reír bastante con sus ficciones. Los que integran el Centro Promotor del Humor “reportan entre risas” ese perdurable bloqueo interno, el oportunismo de los Lindoros y también, por qué no, la idiosincrasia inconfundible del cubano.
 

Pero esto no es una oda a Vivir del cuento aunque así lo parezca. No es tampoco una exaltación a esa tribuna o especie de espejo en el que se ha convertido el programa. Me mueve a escribir el hecho de que todos los martes, ya sea en la guagua, en la cola del baño o en la calle, encuentre gente que habla del “noticiero cómico de las 8:30” y no del estelar precisamente.

Por el momento solo queda vivir del cuento, y eso, ciertamente, será otra historia de la cual hay
que escribir.

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