Ojalá encuentren aquí un pedazo de Cuba, de su alma y de su gente... un poco de Matanzas, y un poco de mí

martes, 7 de diciembre de 2010

Yo fundé la escuela de oficiales de la FAPLA en Angola

- Entrevista a un amigo, integrante del Onceno Curso de Cadetes de Artillería de la Cabaña

  Era 1976: la joven república angolana estaba amenazada por las tropas sudafricanas y las fuerzas de la UNITA. Fidel y Cuba acuden al llamado de la hermana nación y comienza la operación Carlota.

 Cubanos de todos los rincones empuñan el arma de la solidaridad y viajan lejos para luchar en nombre de la justicia. La mayoría apenas tiene barba, pero les sobra la valentía y el compromiso revolucionario.  

  Ramón Armando Vega Santana tenía 19 años y cursaba el tercer año en la Escuela de Cadetes de Artillería de la Cabaña en ciudad de La Habana cuando lo llaman aintegrarse a la lucha del pueblo angolano.

  Flaquito, con no más de 120 libras en aquel momento (no ha aumentado mucho desde entonces), dijo sí. No hubo dudas, tal vez un poco de temor por lo desconocido y el miedo a no volver.

El único dolor: que su madre no supiera a donde iba, pero era cuestión de vida o muerte.

 La misión

  “Fue una llegada bastante normal, comparada con otros compañeros, que fueron recibidos a tiros y balazos allí, en el mismo puerto de Luanda. Nosotros corrimos mejor suerte, porque la situación en ese momento en la capital estaba bastante controlada.

  “Pasamos unos días de preparación yadaptación y partimos hacia la provincia de Guanbo, hacia donde fuimos designados. Estuve allí hasta que se terminó la primera etapa de la guerra en marzo del 76, con la firma de los sudafricanos de su retirada incondicional.

  “Entonces, como estábamos acabados de salirde la escuela de Cadetes de Artillería, abrimos la primera Escuela de Oficiales de la República Popularde Angola, Nicolau Gómez Spencer, donde le impartimos clases de la guerra moderna a oficiales angolanos, guerrilleros, que habían estado luchando por 15 años.

   “Les impartimos clases de táctica,exploración y artillería. Hicimos amistad con ellos, y aparte de que eran nuestros alumnos eran nuestros compañeros y nosotros también aprendimos mucho de ellos.

   “Tuvimos que aprender un poco de portugués para poder enseñarles. Empezamos machucando el idioma, y ya en el segundo año de estancia en la misión lo leíamos, lo escribíamos y hablábamos más o menos, y ellos también "machucaban" un poco el español, y nos entendíamos muy bien”.   


   Allí Quiqui tuvo la oportunidad de conocer a Agosthino Neto, que visitó la escuela en varias ocasiones.

La formación

  A Ramón nadie lo conoce por su nombre. En el barrio donde nació y ha vivido toda su vida, en la loma de la calle Cuba, en la ciudad de Matanzas y en su trabajo y en todas partes le dicen Quiqui. A no ser en la empresa de Servicios de Seguridad Integral (SEISA) de Varadero, donde trabajó 13 años, que le decían Veguita.

   Quizás por eso, y por su sencillez, es que Ramón Armando Vega Santana pasa inadvertido entre la gente.

   Quiqui se licenció de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en 1984 y es ahora capitán de la Reserva. Pero aún camina recto, llega a tiempo, come rápido, madruga y termina todo lo que empieza como aprendió de la vida militar.

  “Mi formación se la debo a las fuerzas armadas y el fortalecimiento de esa formación se la debo a Angola. Ver todas as calamidades allí fortaleció mi convicción de que había tomado la decisión correcta.

  “Ellos necesitaban nuestra ayuda para poderser independientes, y estar allí nos convenció de que lo que estábamos haciendo los cubanos con el pueblo angolano era justo”.


Lo que es Angola para Quiqui

   Quiqui es miembro de la Asociaciónde Combatientes de la Revolución Cubana desde su fundación hace 15 años, e intregra la asociación 802, que para orgullo suyo lleva el nombre de un vecino de siempre y mártir de Angola: Rogelio López García.

   En todas las conversaciones con la familia o los amigos, Quiqui termina hablando de Angola. Siente orgullo de haber fundado la escuela de oficiales de la FAPLA, Nicolau Gómez Espencer, y de formar parte del Onceno Curso de Artilleros de la Cabaña.

  Entre sus compañeros de misión Quiqui recuerda a Orlando Cardoso Villavicencio, hoy Héroe de la República de Cuba, quiens aliera el mismo año que él, y que después en otra misión cayera herido y cumpliera varios años de prisión en Somalia.

  En diciembre de 1976, hace 33 años, el joven militar regresó a Cuba, pero dejó allí la semilla de sus enseñanzas, y sabe que en la lucha que vino después muchos de esos oficiales angolanos que hicieron y ganaron la guerra junto a los cubanos, fueron sus alumnos.

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