Pablo Milanés... concierto en Matanzas el martes 18 de enero |
Con el concierto de Pablo Milanés me pasó lo que con las cosas que uno espera con mucha ansiedad, y cuando suceden te dejan con ganas de más. Y es que después de casi 20 años sin venir a Matanzas, al menos yo, quería más.
El encuentro con los matanceros fue bueno. Comenzó a su hora. Todo estaba preparado con anterioridad para que no fallara nada: el audio y las luces acoplados, el escenario engalanado, los instrumentos en sus puestos y la seguridad necesaria en toda la extensa plazoleta frente a la bahía.
El público que asistió fue numeroso si tenemos en cuenta que era un día laborable, además lluvioso, y que a esa misma hora se transmitía por la televisión cubana el capítulo final de la telenovela brasileña La Favorita, que aunque aburrida y “estupidona” en su desenlace, había acompañado a los cubanos por más de 150 capítulos.
Pero aún así asistieron adultos, jóvenes y hasta niños, que tararearon las canciones más conocidas del cantautor. Un grupo de los más fanáticos se congregaron junto al escenario y otros prefirieron oír desde la distancia, donde había menos tumulto.
Yolanda y Ámame como soy fueron, como siempre, las más esperadas y aplaudidas. Pablito, como les gusta hacer a los cantautores, dejaba cantar al público y se satisfacía en su orgullo interior al ver cómo tras tantos años de haber sido escritas, los cubanos no olvidan las letras de sus canciones.
Uno de los momentos más especiales transcurrió cuando invitó al matancero Raúl Torres a entonar sus famosos Candil de Nieve y Se fue, dos temas que Pablo y él han cantado juntos tantas veces, y que interpretan como nadie.
La música, de una calidad exquisita, sobresalió en el concierto, que duró casi dos horas, y que abarcó un recorrido por toda la producción musical de Pablo, incluyendo dos temas de su último disco.
Sin embargo Pablo no logró emocionarme como antes. Tal vez fui la única que lo sintió, pero percibí, a pesar de que el público tarareaba y una que otra vez se movía al ritmo de sus canciones, que faltó empatía, que no se logró esa magia que debe haber para que un concierto prenda.
Razones pueden haber muchas. Especulo que Pablo podía estar cansado, tras tantas semanas de gira. Ya no es la misma edad… y los conciertos en vivo agotan y estresan.
Lo que sí me parece es que la organización de los temas fue demasiado perfecta, sin que quedara margen a la improvisación. Me refiero a que el público de pronto pidiera otra… o una canción en específico y que hubiera que adelantarla. Eso no pasó.
Pablo no conversó con el público. A mí por lo menos me hubiera gustado que dijera algo entre los temas. Cualquier cosa: que los hubiera anunciado, haber dicho por qué o cuándo los escribió; explicárselo a los más jóvenes que no tienen por qué saberlo.
Pablo también llevaba muchos años alejado del público cubano, lo cual, aunque parezca que no, incide. Como él mismo dijera al finalizar el concierto, le parece mágico que aún sepan de memoria sus canciones.
El concierto me gustó, sin embargo, me pareció monótono y desabrido. A lo mejor es que me cree falsas expectativas. Pero al marcharme esa noche de la Plaza del Viaducto de la ciudad de Matanzas, algo me faltaba y no era más ni mejor música, sino un poco más del Pablo Milanés con que crecí.
Fotos de Pablo en el concierto en Matanzas
Fotos tomadas por Fidel Alejandro González
Coincido con Gabriel y Yirmara?? incluso esperábamos una conferencia de prensa; pero aludió que estaba muy cansado, quería responder dos o tres preguntas. Fui directo: Cuánto ha evolucionado Pablo como ser humano y artista?? es el mismo de Amo esta Isla, Yo me quedo...y tantos temas antológicos?? dijo: "uno crece y se hace sabio...
ResponderEliminarlos quiero Barbarita