Ojalá encuentren aquí un pedazo de Cuba, de su alma y de su gente... un poco de Matanzas, y un poco de mí

martes, 21 de junio de 2011

El mejor padre del mundo

El mejor padre del mundo es calvo, alto, y nunca ha pesado más de 160 libras. Dicen que cuando joven fue muy bonito, pero para mí no fue, sino que sigue siendo el hombre más hermoso del mundo.
Cuando yo nací su primera frase fue de rechazo: ¡¿hembra?! Y dice mi mamá que viró la espalda, bravo, porque él quería varón. Su segunda manifestación de desaprobación fue con mi nombre, porque de Yirmara a Mara no iba mucho. Y Mara se llamaba una perra que él había tenido cuando pequeño.

Pese a mi sexo y a mi nombre, no pasó mucho tiempo para que mi padre se enamorara de mí, y yo de él. Ambos con un amor y una complicidad que ha resistido los embates de la adolescencia, de mis malcriadeces, de mis rebeliones y su mano dura.Nunca me ha dicho que soy como la niña de sus ojos, porque Adrián Torres, mi papá, no es muy expresivo. Ni siquiera me besaba tanto o me abrazaba cuando pequeña. Pero no hacía falta, porque en su entrega me enviaba las señales que yo necesitaba para sentirme querida y protegida.
Mi papá no es perfecto. Dos o tres veces me pegó con un cinto cuando era pequeña. (Pocas, comparado con lo malcriada que fui). En mi adolescencia me dejó muchas veces vestida y sin ir a la fiesta. Y cuando me empecé a enamorar, él no quiso saber nada de eso.
Me celaba hasta de mi sombra, y en cuanto a los estudios me llevaba bien recio. Pero cuando había que dejar de comer su plato preferido, o gastar todo el dinero para complacerme, cerraba los ojos y lo hacía con el mayor de los gustos del mundo.
Mi papá ha hecho todas las cosas que puede hacer un padre por una hija a través de su vida. Recuerdo cuando empeñó todo el poco oro y plata que había en la casa para comprarme unas cositas para mis quince, en el año 93, quizá el peor año del Período Especial en Cuba. O cuando recorría 20 0 30 kilómetros en bicicleta para ir a verme a las escuelas al campo. Y después las visitas a la Vocacional cada domingo, sacando la comida de donde no había.
Nunca voy a olvidar cuando decidió dejar la profesión que amaba, y en la que era además bueno y reconocido para irse a trabajar a una tienda. Y lo hizo para que su familia saliera a flote de la crisis, aunque él ya no pudiera volver a pararse frente al aula. Mi prueba de aptitud para la carrera de periodismo y mi primer día en la Universidad de La Habana fueron con mi papá.
Incluso cuando decidí tener a mi hijo, mi papá me acompañaba a las consultas. Allí estuvo cuando nació César, y tal vez por transitividad, ahora siento que ama más a mi hijo que a mi misma. Pero no siento celos, sino orgullo.
Mi papá y yo hemos tenido siempre una conexión especial. No recuerdo cuando empecé a admirarlo, tal vez porque no sabía hablar cuando eso sucedió. Siempre coincidimos en los puntos de vista, y tenemos un pensamiento lógico más o menos parecido. Apenas nos vemos por el trabajo, la distancia y las complicaciones. Yo soy fiel a mis viajes de cada quince días para verlos, y no hay fecha importante que no estemos juntos.
Él siempre ha estado ahí cada vez que he tenido un problema, dispuesto a darlo todo, a quedarse sin nada para que yo tenga algo, como cuando era chiquita. Y eso a pesar de que ya yo gano más que él, tengo un esposo, un hijo y una casa.
Y a quienes piensen que exagero, o que me ciega mi pasión de hija, les aseguro que no es así. Porque mi papá es a también el mejor hijo, el mejor amigo, el mejor tío, el mejor compañero, el mejor jefe, el mejor vecino…
Mi papá no será el mejor hombre del mundo, pero quien lo conozca no me dejará mentir se aseguro que está muy cerca.

10 comentarios:

  1. coño, que emotivo está esto, los puros no tienen que ser superman para ser los mejores: si el tuyo es el mejor del mundo, el mío es el mejor de villa clara, vaya... un beso desde Vietnam, Charly

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    1. jajajaja... sí, aclara, elk mejor de Villa Clara... el mío es el mejor de mi mundo... y eso es suficiente

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  2. a mí también me emocionó este texto, muy bonito, de verdad. Es cierto que a las mamás no las sustituye nadie, pero hay ocasiones que muchos papás se le igualan. Yo sabía que ese comentario de Charly no podía ser de otra forma si no se mencionaba a su villa clara querida.
    Saludos desde la UCI

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    1. saludos Liuris, hay padres que se igualan a las madres, en mi caso es así

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  3. ¿Qué pasó? Espero que nada malo. ¡Venga ánimo¡¡
    Saludos desde España ¡¡

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  4. Gracias a los dos... mi papá es lo máximo!!!!!!!!!!!!!!! ¿Se nota que lo amo?

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  5. Tania Rosa Alvarez Acosta4 de diciembre de 2013, 20:45

    Profe...me dejo con lágrimas en los ojos. Lei sus palabras y solo podía pensar en mi papá, en lo que representa para mi, en que han pasado los años y veo más viejto, y en el miedo que me da no tenerlo cerca un día.
    Gracias por este detalle tan especial y que vivan todos los papás!!!!!

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  6. Tania, así es... los padres son lo más valioso que tenemos, hasta que llegan los hijos... que no solo les igualan, sino que les superan... Quienes tenemos el privilegio de tener padres asi, tenemos que cuidarlos... yo a veces siento que no hago todo lo que pudiera-... gracias por tu comentario... significa mucho para mí...

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  7. yirmara me encantó lo que escribiste, qué lindo cuando uno lee algo así y se parece tanto a lo que pudiera uno decir pero que a veces no sale tan lindo como lo has logrado tú, gracias por tus letras
    esto lo escribí hace unos días para mi papá, lo comparto con ustedes
    saludos

    Nunca antes comprendí en qué consistía la Operación Tributo. Cada año en el homenaje a los caídos en misiones internacionalistas, me estremecía viendo a los familiares derramando miles de lágrimas por el padre o el esposo que no volvió, el hijo o el amigo que perdieron…
    Hoy comprendí que tú pudiste haber sido uno de los miles que no volvieron, que perdieron el regalo de la vida en alguna de esas misiones, por cumplir con tu deber…
    Hoy comprendí que si no hubieras regresado de tu misión internacionalista en Angola yo hubiera sido una de las víctimas, pude haber perdido la oportunidad de tenerte como mi padre, mi guía, mi amigo, mi ejemplo, “el amor de mi vida”.
    Tú viviste los horrores de la guerra, pero no los cuentas, te reservas toda esa tristeza y sin embargo…
    Hoy estás aquí para mí, para alegrarme con tu presencia, para contar con tu sabiduría, tu ejemplo, tu manera de guiarme en la vida, para hacerme sentir la hija más orgullosa del mundo, como me he sentido todos estos años, por tener el PADRE que tengo.
    Un PADRE al que no le cabe el corazón en el pecho, por ser tan noble, decente, ser único y especial, por convertir un regaño en una lección para la vida, por hacerme desear estar siempre a tu lado para contarte mis travesuras, desventuras en el amor y en la vida, mis alegrías y tristezas, mis dudas, mis inquietudes sobre tantas cosas…
    Hoy pensé en cómo homenajearte, en cómo agradecerte que hayas cumplido con tu deber revolucionario y que te hayas cuidado mucho estando tan lejos, en cómo agradecerte que hayas vuelto vivo para ser MI PAPÁ.

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  8. Yirmara preciosas palabras, pues llevan en sí parte de tu corazón. Yo perdí a mi papá siendo aún muy pequeña (6 años), pero ya a esa corta edad lo admiraba, al punto que ha sido siempre la meta en mi formación personal. No era perfecto, ni superman, pero si responsable, trabajador, cariñoso y recto al mismo tiempo, era el doble de exigente consigo mismo que con el resto de las personas. Nunca tuve la oportunidad de expresarle mi admiración, pero siento que donde quiera que esté él lo sabe. Así que gracias por este homenaje tan especial.

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