Los indignados de Wall Strett, a quienes los grupos de poder norteamericano han tratado de minimizar continúan sus protestas a tres meses de haberlas iniciado, a pesar de la represión y de los oídos sordos a sus demandas. Ellos denuncian los abusos de las grandes corporaciones, la creciente desigualdad económica, las guerras, y exigen una solución a la crisis que dejó a millones sin empleo y vivienda.
La protesta, que comenzó con pocos participantes en Wall Street, se ha extendido a más de 250 ciudades de Estados Unidos y agrupa a miles de personas. Sus actividades van desde campamentos en parques de Nueva York, Washington, Seattle y Boston, hasta actos de desobediencia civil en sucursales de bancos.
Pero hay indignados en el mundo entero: en Brasil, Colombia, en Puerto Rico y en Chile, donde los universitarios permanecen indignados; en Europa hay movimientos en España, Grecia, Portugal, Italia, Inglaterra y Francia; estos últimos, en su mayoría buscan una regeneración política, que solucione la bancarrota económica que ha llevado a los gobiernos a hacer recortes sociales.
El movimiento de los indignados, según refieren especialistas toma su nombre a partir del manifiesto Indígnate, de Stephane Hessel. Como principios generales en el mundo entero, los indignados son grupos ciudadanos sin fines partidistas, sus manifestaciones se hacen en forma pacífica y el orden de la agrupación se presenta en forma horizontal y transparente.
El 2011, sin dudas, pasará a la historia como el año de los “indignados”; como el año en que el descontento que recorre buena parte del mundo llevó a la sublevación colectiva.
Es verdad que los movimientos de indignados varían sus escenarios y también sus causas inmediatas. A fines de 2010 comenzó la "primavera árabe". Después, las movilizaciones se extendieron desde Grecia hasta Alemania y desde Jerusalén hasta Nueva Delhi. El 15 de mayo aparecieron los "indignados" españoles. En septiembre se inició el sitio simbólico a Wall Street. Y en octubre, el proclamado "Día de la Revolución Mundial" suscitó adhesiones multitudinarias en casi 1000 ciudades de 82 países.
Pero todos tienen algo en común: las demandas de igualdad y de justicia social aparecen como los denominadores comunes de la indignación. El movimiento de los indignados no reconoce territorios, culturas, ni fronteras ideológicas.
La indignación de las multitudes en la calles cobra sus víctimas políticas, algunas de manera sangrienta y manipulada, como en el caso de Egipto y Libia; y en otras de manera más natural, como en Italia y Grecia.
Pero la esencia de los indignados es la de un mundo de personas cansadas del injusto reparto de las riquezas, cansadas de la falta de libertades, de la falsa democracia, de la inseguridad política y económica; los indignados son la evidencia de de que el actual sistema politico, social y económico está en crisis.
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- Stéphane Hessel
Otro acercamiento al tema*
- Los indignados de hoy son muy distintos a los de hace 50 años, incluso son muy distintos entre sí:
INDIGNADOS Latinoamericanos: Son los pioneros, nacen en el 2001, primero en Argentina, luego en años posteriores, en varias ciudades latinoamericanas, gente común, de diversas edades, educación y estratos sociales, salen a la calle desordenadamente con elemento de cocina, (ollas, tapas, cucharas) que golpean, gritando "Que se vayan todos", cansados de la corrupción política, logrando en algunos casos suaves cambios en sus gobiernos, lo más interesante es que aún no existían las redes sociales.
INDIGNADOS de países árabes: Tras la crisis del 2008, los desocupados se sitúan entre el 20% y el 30% de la población de cada país, pero con un porcentaje del 60% entre los menores de 35 años, la falta de expectativas de una vida decente para la juventud fue el detonante mayor. Los jóvenes educados y de clase media, que poseen computadora, ven a través de internet que el mundo no es como dicen sus gobernantes, las redes sociales les muestran otras culturas y otros horizontes muchos más amplios. Por medio de Facebook desarrollan planes de acción nacional, y organizan manifestaciones y revueltas que en algunos casos llevan al recambio del sistema de gobierno, aún está por verse si lograron la libertad tan deseada, o si fue un simple cambio de personas y no de régimen. De todas formas las manifestaciones ocurrieron en veinte países de religión musulmana, y no todas respondían a los mismos objetivos.
INDIGNADOS de España: En un principio son un espejo de los indignados árabes, ya que se trata principalmente de jóvenes profesionales desocupados, a los que se le han sumado personas de todas las edades y estatus social, descontentas con la situación del país y la respuesta de los políticos ante la crisis. Uno de los aspectos más destacados de la movilización es que no está promovida por partidos políticos. Según dicen en Facebook "estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos y banqueros".
INDIGNADOS del resto de Europa: Bruselas, Londres, Roma, París, Lisboa, Atenas tiene su plaza de indignados, en su mayoría buscan una regeneración política, según sus propios escritos: "creemos que los políticos van en contra de los intereses generales, que no protegen la economía real, no estamos de acuerdo con el recorte de derechos sociales, no debemos consumir productos de las multinacionales, que sólo piensan en dar trabajo en países donde los derechos sociales no existen, para luego vendernos sus productos".
INDIGNADOS de Estados Unidos: No apuntan a la clase política, denuncia los abusos de las grandes corporaciones, la creciente desigualdad económica, las guerras, y exige una solución a la crisis que dejo a millones sin empleo y vivienda. La protesta, que comenzó con pocos participantes en Wall Street, se ha extendido a más de 250 ciudades del país y agrupa a miles de personas que a través de las redes sociales. Sus actividades, que van desde campamentos semipermanentes en parques de Nueva York, Washington, Seattle y Boston, hasta actos de desobediencia civil en sucursales de Bank of América en Los Ángeles y Chicago.
La pregunta es: ¿Esta nueva tendencia logrará el cambio deseado o es más de lo mismo?
Aquellos INDIGNADOS de los años sesenta logaron cambios sociales, reivindicaciones universitarias y obreras, leyes antidiscriminatorias, tanto por color, sexo o religión, siendo la base de la explosión tecnológica que hoy disfrutamos. Ellos fueron los creadores de los partidos verdes y ecologistas, minoritarios aún, pero de gran peso al definir las elecciones de cada país.
Si los INDIGNADOS del siglo XXI logran unificar sus objetivos y crean una fuerza propia para fiscalizar los cambios económicos y sociales propuestos, serán escuchados y cobraran importancia mundial. Pero si son encantados por los partidos populistas existentes en cada país y se une a ellos, serán devorados por el descreimiento general, sin dejar huella en la historia.
Autor: Cesar Leo Marcus
Nota: Cesar Leo Marcus, nació en Buenos Aires, Argentina, en 1951. Realizó estudios sobre periodismo, logística, energías renovables, literatura, economía y sociología, en Sudamérica y Europa. Investigó religiones comparadas en España, Israel, Italia y en la biblioteca Papal del Vaticano. Es profesor invitado en varias universidades y ha publicado más de dos centenares de trabajos en periódicos y revistas de Latinoamérica, EE.UU. y España. En el 2002 funda la Cámara de Comercio Argentino Californiana, en el 2003 funda la Interamerican High School, donde personas latinas mayores podían estudiar el GED en español y en 2008 funda Windmills Edition, una editorial virtual para publicar libros a bajo costo. Escribió ocho libros, de los cuales ha publicado cinco. Desde 2003 escribe una columna semanal para La Prensa Hispana del Valle de Coachella, que es levantada por varios periódicos de California, Miami y New York.
Oye y que de los indignados de Cuba.. o no sabes q la Declaración Universal de Derechos Humanos originó con Hessler?
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