Silvio Rodríguez cantará en barrios matanceros

En un comentario que hiciera en su blog Segunda Cita, el cantautor Silvio Rodríguez confirmó que estará próximamente en Matanzas como parte de su gira por los barrios, una iniciativa que arrancó por La Habana y que tuvo por escenario la última semana a Cienfuegos, aunque no precisó fecha.

En respuesta a una crónica de la periodista matancera Bárbara Vasallo Vasallo, corresponsal jefe de la Agencia de Información Nacional, Silvio escribió: “Bárbara, gracias por tu crónica (…) sobre la visita que haremos a La Marina, que no está fijada todavía, pero que va a ser”.

El autor de canciones como Ojalá y el Necio, anunció que “posiblemente el otro barrio sea las alturas de Simpson, que también me encanta”. Se refiere a otro de los barrios marginales de la Atenas de Cuba y cuna del danzón.

En declaraciones al diario Granma, durante sus conciertos en la conocida como Perla del Sur, Rodríguez había dicho que vendría a Matanzas, “tierra de Los Muñequitos, e invitarlos a ellos a cantar con nosotros”.

Pero en su blog (segundacita.blogspot.com), un espacio que abrió en 2010 para estar a tono con el mundo de las nuevas tecnologías de la información y que ya suma más de un millón 500 mil visitas, el más conocido de los miembros del movimiento de la Nueva Trova, revela detalles de su relación con la emblemática agrupación rumbera de Matanzas.

“Estuve cerca de los Muñequitos sobre todo en los 70, porque siempre los invitábamos a los festivales de la trova y ellos iban. Fui bastante amigo de Saldiguera (Esteban Lantrí), cuando Virulilla (Hortencio Alfonso) le hacía el falsete, y Esteban (Bacallao) se empeñaba en que aprendiera a cantar guaguancó”, cuenta Silvio, y confiesa: “Yo le preguntaba si él creía que eso se podía aprender y él me decía que sí. El notaba que la rumba me hipnotizaba”.

”Y ahora te voy a contar algo que nunca he dicho”, sigue Silvio. “Cuando estaba en el Playa Girón yo quería cantar la historia que conté en "Cierta historia de amor". Pues (…) la primera versión que me salió de Cierta historia de amor contaba lo mismo, pero con otra métrica y en clave de rumba”.

Silvio Rodríguez terminó lanzando al mar aquellos papeles, un hábito que adquirió, según expresa, en el barco, y agrega: “si llego a tener en aquel momento a un asesor como Saldiguera, posiblemente hubiera quedado con ritmo de columbia”.

Aún así, poco después de llegar de aquel viaje, Silvio Rodríguez hizo "Si tengo un hermano", que modestamente dice “resultó ser la primera rumbita que se grabó en el Grupo de Experimentación Sonora”.

Allí, “cerca del Yumurí, de su Abra y del Pon Pom, donde se baila rumba a cualquier hora del día o de la noche, se juega dominó, te puedes dar un trago de ron, te consultas con un babalawo, acudes al médico de la familia o a la presidenta del Consejo Popular”, como describe Vasallo en su crónica, estará Silvio muy pronto.

Y tal vez ahora, fuera de festivales o escenarios oficiales, desde una esquina de La Marina o Simpson, Silvio Rodríguez demuestre que como le decía Esteban Bacallao (Chachá), la rumba se puede aprender.

-La crónica de Bárbara Vasallo Vasallo

Comentario de Silvio en Segunda Cita

Bárbara, gracias por tu crónica tan linda sobre la visita que haremos a La Marina, que no está fijada todavía, pero que va a ser. Posiblemente el otro barrio sea las alturas de Simpson, que también me encanta.

Estuve cerca de los Muñequitos sobre todo en los 70, porque siempre los invitábamos a los festivales de la trova y ellos iban. Fui bastante amigo de Saldiguera, cuando Virulilla le hacía el falsete, y Esteban se empeñaba en que aprendiera a cantar guaguancó. Yo le preguntaba si él creía que eso se podía aprender y él me decía que sí. El notaba que la rumba me hipnotizaba.

Y ahora te voy a contar algo que nunca he dicho. Cuando estaba en el Playa Girón yo quería cantar la historia que conté en "Cierta historia de amor", porque era algo que más o menos me había pasado, aunque esa canción a alguna gente no le guste mucho. A mi tampoco me gusta mucho ahora, pero me gustaba un poquito cuando la hice. Pues a lo que iba: la primera versión que me salió de Cierta historia de amor contaba lo mismo, pero con otra métrica y en clave de rumba.

Si llego a tener en aquel momento a un asesor como Saldiguera, posiblemente hubiera quedado con ritmo de columbia. Pero no pude con aquello y lancé los papeles al mar (hábito que adquirí en el barco).

Aún así, poco después de llegar de aquel viaje, hice "Si tengo un hermano", y resultó ser la primera rumbita que se grabó en el GES.