Pedazo de Cuba: Conducta: la historia de las muchas conductas que nos habitan

Conducta, la última película del realizador cubano Ernesto Daranas, cuenta la historia de Chala, un niño de entre 10 y 11 años que debe ganarse la vida cuidando perros de pelea para sobrevivir en condiciones infrahumanas, mientras cuida de su madre drogadicta.

No, Conducta cuenta la historia de Carmela, una maestra sexagenaria, consagrada a su profesión por más de 40 años, orgullosa de haber podido siempre con todos sus niños, atravesada y contestataria, cuya familia más cercana la deja sola en Cuba.

No, Conducta cuenta la historia de la lucha de esa maestra, infartada por demás, para que no le lleven a Chala para la escuela de Conducta; o quizás sea solo la historia del niño a quien el sistema quiere marginar porque cree que así le resolverá sus problemas.

No, Conducta cuenta la historia de Raquel, la funcionaria esquemática y estirada, con apariencia de buena gente, que se empeña en jubilar a Carmela porque osa mantener una estampita de la Virgen de la Caridad del Cobre en el mural del aula, vísperas de una inspección nacional.

No, a Carmela la van a retirar porque se llevó sin permiso a Chala de la escuela de conducta. Es que el niño no es lo que ellos ven; Chala solo es una víctima de las circunstancias, y si se mete en problemas es para defender a los más débiles; y fue el único niño que la visitó en el hospital cuando le dio el infarto y le carga las jabas cuando regresa de la bodega o el mercado.

Pero Conducta puede ser también la historia de la ejemplar Yeni, la niña holguinera que vive ilegal en La Habana con su padre, un hombre honesto que debe sobornar a la policía para que no le detengan por ser un “palestino” sin dirección en la capital.

La historia de la niña a quien Carmela matriculó “por debajo del telón” en su aula porque todos los niños cubanos tienen derecho a la educación, y ahora es su mejor alumna, pero la tienen que sacar porque descubrieron irregularidades en la matrícula y “qué pasaría si la inspección lo descubre”.

O podría ser la historia del puro amor infantil entre Yeni y Chala, dos niños que parecen muy distintos, pero están unidos por conflictos igual de complejos que desembocan en la marginación.

Conducta nos habla de una Cuba que no aparece en las noticias, que no está en las asambleas de ninguna organización, que apenas aparece en las rendiciones de cuenta del Poder Popular; nos habla de una Cuba real, pero no siempre oficial.

Nos habla de Cuba sin medias tintas, por lo claro. Nos habla de la marginalidad, de la doble moral, de la hipocresía, del esquematismo, de la superficialidad, de los vicios, de la corrupción, de la deslealtad y la falta de solidaridad.

Pero igual nos habla de la rebeldía, de la ingenuidad, de la valentía, de la justicia, del altruismo, de la amistad, de la unidad y del amor; nos habla de los mejores valores que están intactos en quienes no se han dejado vencer por la dura existencia.

Conducta nos enseña matices, posiciones ante la vida, sufrimientos y carencias; nos habla de no rendirse y de fe en el mejoramiento humano.

Conducta es aparentemente una historia sencilla y lineal, pero está llena de subterfugios, de segundas y terceras lecturas; una historia bien contada y mejor actuada, donde todo está justificado, cada frase, cada palabra, cada gesto, cada imagen…

Es una historia con un balance casi perfecto entre desgarramiento y esperanza, una historia que mantiene a los espectadores en vilo durante una hora y 45 minutos, que arranca lágrimas, carcajadas y expresiones de asombro .

Conducta es solo lo que pasa mientras, ante una comisión que pretende apartarla de lo que ama, la maestra Carmela lee una carta, hilo conductor del filme, que termina con la firme decisión de “yo no me jubilo, a mí me tienen que botar”.

Conducta es en definitiva la historia de una Cuba en plena crisis de valores y de tanta gente que no entiende; es la historia de las muchas conductas que nos habitan, comportamientos que no se pueden resolver con escuelas de conducta, sino con la educación y el ejemplo con que cultivemos a la niñez.

Ficha de la película

TÍTULO: Conducta
País: CUBA
Año: 2014
Duración: 100 min
Director: Ernesto Daranas Serrano
Guión: Ernesto Daranas Serrano
Música: Juan Antonio Leyva, Magda Rosa Galbán
Fotografía: Alejandro Pérez
Elenco: Armando Valdés Freire, Alina Rodríguez, Amaly Junco, Miriel Cejas, Yuliet Cruz, Armando Miguel Gómez, Silvia Águila, Idalmis García, Tomás Cao, Héctor Noas, Aramís Delgado
Productora: MINCULT / ICAIC / RTV COMERCIAL / FAMCA
Género: DRAMA
Sinopsis: Chala tiene once años, vive solo con su madre adicta y entrena perros de pelea para buscar un sustento económico. Este entorno de violencia a veces sale a relucir en la escuela. Carmela es su maestra de sexto grado y el muchacho siente un gran respeto por ella; pero cuando Carmela enferma y se ve obligada a abandonar el aula durante varios meses, una nueva profesora, incapaz de manejar el carácter de Chala, lo traslada a una escuela de conducta. A su regreso, Carmela se opone a esta medida y a otras transformaciones ocurridas en su clase. La relación entre la veterana maestra y el niño se hace cada vez más fuerte, pero este compromiso pondrá en riesgo la permanencia de ambos en la escuela. (Fuente: ViCine)