Son las 4:00 de la tarde del sábado 9 de septiembre. Regla Llorente, directora de Radio Varadero, mantiene un contacto telefónico en vivo con la emisora provincial de Matanzas, Radio 26.
Por medio de un colega sabe que hay que evacuar de inmediato a la
población de la península de Hicacos, ante el peligro de inundaciones.
“No recuerdo bien, sé que le dije: a mí me da pena, pero
tengo que dejarlos, tengo un pueblo al cual informar. Automáticamente le
indiqué al operador de sonido que preparara todo para transmitir.”
En su voz, antes segura y mesurada, se presiente preocupación y angustia. “Sin
pensarlo solo atiné a decir: ¡Atención, por favor! A todos los
habitantes de Varadero, deben abandonar la península, no hay otra
opción. Que no cunda el pánico, pasarán transportes por los barrios para
recogernos, tenemos que salir. Irma es más de lo que imaginamos.”
Después de tantos vendavales en la vida la periodista supo
administrar el miedo, se lo guardó para sí y les transmitió calma a sus
fieles oyentes… “La gente empezó a llamar. Entonces yo recuperé
la calma habitual. Les expliqué que no había problemas y teníamos tiempo
para evacuar. Era necesario desprenderse de todo, salir de allí y
protegerse.
“Tengo que aprovechar este medio para apuntar que el pueblo
cubano necesita radios con vergüenza, que en momentos como estos les
sirvan para estar informado.”
Radio Varadero informaba desde temprano a los
pobladores del balneario. En un local de ETECSA, la periodista-directora
y un operador enfrentaron el reto de contribuir a preservar lo más
importante que tiene un ser humano: su vida.
“Nosotros supuestamente estábamos muy preparados para
enfrentar cualquiera de los fenómenos que aparecieran, ya teníamos la
experiencia de lo que había pasado en el Caribe, pero la vida es más
rica de lo que uno planea.
“Aunque todo salió bien para la próxima debemos trabajar
mejor. Pensamos que iba a fluir la comunicación con los oyentes, la
información de última hora con la población, pensamos en un sistema de
internet, de avisos, contactos directos con el puesto de mando. Nada de
eso existió.
“Solo la colaboración de personas que tuvieron a bien, sobre
todo los compañeros de ETECSA, apoyarnos en todo momento. Ellos nos
imprimieron los partes 28 y 29 del Instituto de Meteorología y eso fue
lo que tuvimos, además de la experiencia de lo que estábamos viviendo,
de lo que sentíamos y así lo compartimos con los oyentes nuestros de
Varadero y las cercanías y los de Matanzas.
“Curiosamente, aunque es una práctica habitual del sistema de
la radio cubana, llegamos a los oyentes de toda Cuba porque la mayoría
de las emisoras del país, desde Guantánamo hasta La Habana,
establecieron contacto con nosotros cuando se supo que la península de
Hicacos sufriría directamente los embates del huracán.”
Testigo y reportera de los fenómenos meteorológicos que han afectado
al país durante sus 31 años como periodista de la radio, en ningún
momento Regla dejó de informar a la población, a pesar de que ella misma
y la casa de toda su vida peligraban. “En mi casa solo dejé a buen resguardo una caja donde guardo fotografías de mi familia y amigos, porque esa es mi historia.”
A la escuela Renato Guitart, de Santa Marta, llegó en horas del atardecer. “Allí
recibimos un tratamiento especial por parte de un claustro de
profesores, encabezado por su directora Carmen Casanova. Eran gente
revolucionaria, responsable, profesional y con un alto sentido de
pertenencia. Ellos desde el viernes por la mañana dejaron a sus familias
y se pusieron en función de las 530 personas que estábamos allí.
“Fue muy gracioso porque Varadero es un pueblo pequeño, pero
la vecindad ha crecido y hay mucha gente nueva. Pero siempre hay alguien
que dice: ¡Eh!, te estábamos oyendo. De ahí se corre la bola, ¡Ah!, es
ella. Esas cosas que son tan comunes pero que a mí, en lo personal, me
dan pena. Ahí te encuentras al médico, al profesor, a la maestra
martiana y quisieras haber traído la grabadora para dejar constancia de
los testimonios de personas tan valiosas.”
En el centro de evacuación muchos animales acompañaron disciplinadamente a sus dueños. “En
la guagua donde nos íbamos empezamos a reírnos porque aquello parecía
el arca de Noé. Allí había nunca menos de 60 perros, desde un rottweiler
grandísimo, como 50, entre chihuahuas y perritos criollos, dos jaulas
de cotorras, una jaula preciosa con unos pájaros increíbles.
“Todo el mundo estaba en función de proteger su vida, pero
también a sus mascotas. Son momentos bonitos también porque las personas
que quieren a un animal tienen capacidad amplia para querer también a
los demás.”
La emisora Radio Varadero sigue ausente de su
frecuencia habitual: la 98.1 de la FM. El actual inmueble que ocupa la
planta radial no sufrió daños, increíblemente. Tampoco el nuevo local
que ya se acondiciona.
“Los compañeros de Sancof adoptaron las medidas necesarias
para que no ocurriera nada y no se rompió ni un cristal. Todo conspira
para que Radio Varadero siga su paso. Yo pienso que es
cuestión de tiempo terminar los detalles que faltan y de que entre el
Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) instalando el
equipamiento, ubicando el mobiliario destinado a la emisora.
“Cuando ocurra eso abrirá Radio Varadero,
porque el deseo de hacer está, los profesionales aunque sean pocos,
también están. Nadie calcula la situación de la emisora hoy, sin
embargo, lo que la gente recibe es alegría.”
Incluso en los momentos de mayores preocupaciones Regla no se intimida ante los desafíos. Para ella el futuro está en manos de los jóvenes periodistas. Irma no fue más que una confirmación de su confianza.
“Lo cotidiano a uno le pasa sin mayores repercusiones, pero
cuando tú estás en una contingencia como esa que escuchas a los
muchachos en pleno ciclón, los jóvenes de toda Cuba en función del
huracán, comandados por los mayores, entonces dices sí hay periodismo y
periodismo de riesgo porque no necesariamente tienes que ir a una guerra
para hacer periodismo de riesgo.
“Y los veo con esa disposición y profesionalidad. Si se
equivocan no importa, esta es la edad de equivocarse, si nosotros somos
adultos y nos equivocamos. Pero fluye la información que es lo que hace
falta.”
Regla Llorente es de las damnificadas de la traviesa Irma, como ella misma calificara al huracán. Un framboyán aún permanece sobre la placa de su vivienda. Pero Irma no es rival para Regla…
“ni Irma, ni nadie. Reglita es biznieta de un mambí cubano e hija de mi
padre que todo el tiempo decía guapo y faja´o, con esa mesura que lo
caracterizaba. Yo no tengo tanta calma como él, pero soy su hija, guapa y
fajá todo el tiempo.”
Escrito con Jessica Mesa Duarte.
Fotos: Ramón Pacheco
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