Dedicado a todos los maestros en su día... por todo... porque sin ellos no habría esperanzas ni niños felices...
Maestros: Cuando llegué a esta escuela apenas tenía 4 años. Era un niño grande de tamaño, pero ñoñito e inquieto. Todavía soy un poco así. He crecido mucho hasta ahora. Pero no solo en tamaño, sino en conocimientos. Y eso se lo debo a mis maestras.
En preescolar mi preferida fue Yarilis, que es muy buena y cariñosa con todos los niños. Además es muy joven y bonita. A ella la quiero todavía, pero ahora quiero también a otras maestras: a Mabel y a Nora.
Mabel es mi maestra desde primer grado. Ella me enseñó a leer, escribir y calcular. Yo era un poquito chambón cuando escribía, y Mabel se ponía brava, pero ahora, gracias a ella, ya no soy así. A mí me gustan todas sus clases, pero prefiero Matemática. Y de Lengua Española lo que más me gusta es la lectura. Mabel también es muy bonita, y yo estaba enamorado de ella, pero ya no porque ahora ella tiene un novio de verdad.
Las maestras Nora y Mabel |
Yo quiero también a Zenaida, que nos cuidó en primer grado y ya soy de su tamaño. También me gustan mucho las clases de Educación Artística, de Ajedrez y de Educación Física.
Yo estoy muy orgulloso de mi escuela y de todos los maestros y nunca me voy a olvidar de ella aunque me ponga grande y me vaya para otra escuela.
César
Esta carta la escribimos entre mi hijo y yo para regalársela como texto sonoro de un videíto a sus maestras...
La carta con la voz e imágenes de César
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