Ojalá encuentren aquí un pedazo de Cuba, de su alma y de su gente... un poco de Matanzas, y un poco de mí

viernes, 11 de febrero de 2011

La historia de por qué mi hijo no quería ser como Camilo Cienfuegos, pero ya quiere

César llegó ese día a la casa con una “mala noticia”. Así me dice cada vez que le sucede algo que no le gusta, a pesar de que le he explicado mil veces que fajarse con un amiguito en la escuela o que la maestra lo regañe no son malas noticias. Me dijo que la maestra le había arrancado una hoja de la libreta de Lengua Española y que se había puesto muy brava con él. César había escrito un texto sobre por qué no quería ser como Camilo Cienfuegos.

Fue el 28 de octubre, y todos los niños habían ido hasta el río San Juan de la ciudad de Matanzas, a tirarle una flor a Camilo. Como es tradicional llevaron su flor comprada, robada o pedida a la abuela, y estaban emocionados doblemente. Primero por la posibilidad de la excursión y la diversión que ello implica, y segundo, porque resulta emocionante creer que las flores van al encuentro del hombre de la barba grande y la sonrisa linda que un día se perdió en el mar.

Al regresar la maestra les contó la anécdota de cuando Camilo Cienfuegos y Fidel iban a jugar béisbol a principios de 1959 al hoy estadio Latinoamericano. Les dijo que en aquella ocasión le pidieron a Camilo que formara parte del equipo que jugaría contra Fidel. Entonces Camilo dijo la famosa frase de  “contra Fidel, ni en la pelota”. Y al final terminó haciendo de catcher.

Después de contarles el suceso la maestra les pidió que escribieran un párrafo que comenzara con la frase: Yo quiero ser como Camilo porque… César escribió que él no quería ser como Camilo, porque a él no le gustaba jugar béisbol, y menos si era de catcher.

La maestra se encolerizó. Por eso no ahondó más en el asunto. Y César, temblando de miedo, tampoco se pudo explicar, como después lo hizo conmigo en la tranquilidad de la casa.

Ese día en el estudio independiente su maestra le orientó  escribir el texto que había malogrado en la clase de Español. Pero antes yo le expliqué quién era Camilo, cómo había sido de niño, de joven, de adulto. Le hablé de su amistad con el Che, de lo valiente, jodedor y maldito que era.

Y entonces César escribió al fin que sí quería ser como Camilo Cienfuegos. Pero lo hizo convencido, y no por obligación. 

- El buzo que buscó a Camilo Cienfuegos en la inmensidad del mar


4 comentarios:

  1. La educación parte no del forzado convencimiento, sino del amor que sepas inculcar en las personas para convencerlas. Camilo, Fidel, el Che, la Historia o las matemáticas no se imponen, se enseñan.
    Aplausos para César y su madre-maestra.

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  2. Pues mi hija no quiere ser como ningúno de esos asesinos, sacando a Camilo del potaje, mi hija no tiene ningún referente político cubano, porque todos son unos corruptos e intransigentes adoradores del más vil de los canallas que se ha hecho con la mente de muchos cubanos, incluyendo de la que escribe en este blog; es lamentable que alguien con algo de inteligencia pueda escribir estas barrabasadas sabiendo que los niños de hoy en día quieren ser como sus heroes de Play Station, porque ya no creen en ese cuento que Camilo se perdió en la inmensidad del mar, todos sabemos que lo hicieron perecer porque no era ideal para los propositos del nuevo orden cubano.

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  3. Gracias Gabriel...tienes razón, solo con el amor se puede enseñar. Pero es difícil... como lo es. Uno piensa que educar a los hijos es más fácil, pero !qué va! Se las trae...

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  4. Anónimo, qué pena que no pusieras tu nombre, pero es tu derecho. Bueno, creo que eres un poco fuerte en tu comentario, teniendo en cuenta de que hablo de la educación de un niño. Si te das cuenta la esencia no es Camilo, sino la manera en que se enseña a querer a los héroes. De todas maneras me parece que no eres claro o clara cuando hablas de asesinos, ¿quienes son? ¿Posada Carriles y Orlando Bosh? Mira, te agradezco lo del poco d einteligencia que me notas (aunque yo creo que tengo más)... pero la verdad nadie me ha lavado el cerebro. En mi país me enseñaron a pensar, y a pensar objetivamente... a ser crítica; como enseñaron a muchos cubanos universitarios que hoy no están en Cuba, pero siguen siendo muy objetivos en sus análisis. Claro, otros olvidan. Debo aclararte también que mi hijo no ama a ningún héroe de Play Station... mi hijo lee, y le gusta Chuncha y Elpidio Valdés... cuando más pequeño le gustaban Dora y Diego... el ratón Mikito. Mi hijo lee la Edad de Oro... y aunque ve todos los muñequitos de Disney, la verdad no es a amar a héroes de Play Station a lo que le enseño. Como ves tampoco lo obligo a amar nada que no quiera. A mi hijo le gusta la música de la década prodigiosa, y Alberto Cortés... ¿por qué? No sé, supongo que los niños copian más de lo que ven que de lo que les dices... Y Camilo... Camilo despareció, se le buscó, y hubo mucho sufrimiento cuando eso pasó. No sé lo que te hayan dicho, pero este es el testimonio del buzo que lo buscó... pero claro, dirás que es mentira. Te lo dejo igual: http://www.cubadebate.cu/especiales/2009/10/23/el-buzo-que-busco-a-camilo-cienfuegos-en-la-inmensidad-del-mar/

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