Era costumbre del Papa Juan Pablo II viajar acompañado por periodistas que, luego, reportarían el viaje. Durante el vuelo, en algún momento, el papa pasaba a la cabina ocupada por los periodistas y hablaba un rato con ellos. Le preguntaban habitualmente no solo sobre el viaje, sino también sobre casi todo lo humano y lo divino que les interesaba en ese minuto.
En un viaje a África - Juan Pablo II realizó varios a ese continente - hacia finales de la década de los ochenta e inicios de los noventa (...) en algún periódico o revista leí lo siguiente que, ahora, trato de reconstruir, confiando en mi memoria.
En la cabina aérea, se había hablado ya de la descolonización de los países africanos, entonces relativamente reciente. Si se tocaba ese tema resultaba casi ineludible referirise, de algún modo, a Cuba y al Che, uno de los protagonistas de ese proceso.
La pregunta fue directa: "¿Qué opina Su Santidad sobre el Che?". Según el artículo que entonces leí, el papa habría guardado un silencio reflexivo durane algunos instantes. Lo rompió diciendo con sencillez iluminadora: "No lo conozco a fondo, pero sé que se preocupó por los pobres. Consecuentemente, merece mi respeto".
* Fragmentos de la extensa entrevista realizada por los periodistas cubanos Luis Báez y Pedro de la Hoz a Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, convertida en el libro Monseñor Carlos Manuel se confiesa. Página 212.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor... comentarios maduros, inteligentes y respetuosos...