Fidel ha muerto, ¡ahora hay que estar más unidos que nunca!

Fidel, con los Cinco, a unos meses del regreso de Tony,
 Gerardo y Ramón a Cuba

No ha muerto. Es mentira. No puede ser. 

En medio de la confusión me acerco a Ramón Labañino, el Héroe cubano, ahora vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), que trata de comunicarse por teléfono con alguien para saber si es verdad. 

Su figura enorme se reduce por el dolor. Aún no lo cree. Habla por el celular.

Cuelga y se acerca a los economistas reunidos en la sede provincial de la ANEC en Matanzas. Son más de las 12 de la noche del 25 de noviembre del 2016. “Me lo acaban de confirmar, es verdad, Fidel ha muerto. Raúl lo acaba de comunicar. El dolor es mucho pero hay que estar tranquilos, tener calma, mantener la serenidad. Ahora hay que estar más unidos que nunca”, dice con la voz entrecortada y los ojos llorosos. 

Luego sigue llamando “para saber qué tengo que hacer.  Debo regresar a La Habana y ponerme a las órdenes de Raúl”. 

Ramón es un soldado de la Patria. Un fidelista. Fidel le prometió que volverían, ¡y volvieron!

Fidel es también su padre.

Habla nuevamente, bajito. Los demás queremos abrazarlo, pero no lo hacemos. “Son momentos duros, pero ahora tenemos que estar tranquilos, tenemos que esperar a que Raúl anuncie lo que se hará”.

Ramón quisiera desplomarse del dolor. Pero no lo hace. La vida le ha puesto demasiadas pruebas duras.

No tengo la grabadora. Pienso en pedir un celular para grabarlo. Pienso en pedirle que deje algún  mensaje para los matanceros. Pero no lo hago. Hay momentos en los que el respeto por el dolor colectivo, por el dolor ajeno, por el propio dolor, vale más. 

Y yo tampoco tengo fuerzas. No puedo pensar. No sé qué hacer.

Ramón Labañino, actualmente vicepresidente de la ANEC

Ramón regresa a La Habana a vivir el duelo por Fidel, a ponerse a disposición de la Revolución. 

Abro Google para leer la noticia que no pude escuchar. Ya está en todos los medios internacionales. Ningún sitio cubano está posicionado en las dos primeras páginas del buscador.  

Definitivamente Cuba aún no lo cree. Tal vez si demoramos más en publicarlo podamos pensar que es mentira, que Fidel no ha muerto. 

Fidel duele tanto que paraliza. Claro, que pronto, muy pronto, apenas terminemos de llorarlo, Fidel nos dará más fuerzas. 

Pienso en Ramón Labañino. Ojalá nunca piense que soy una oportunista por contarles lo que sintió al conocer la noticia. 

Y me quedo con la esencia de sus palabras: “Ahora hay que estar más unidos que nunca”.