Ojalá encuentren aquí un pedazo de Cuba, de su alma y de su gente... un poco de Matanzas, y un poco de mí
viernes, 26 de febrero de 2010
Ser periodista cubano: a propósito del Día de la Prensa Cubana
Ser periodista cubano es ante todo, ser revolucionario. Y revolucionario significa muchas cosas, entre otras, cambiar todo lo que debe ser cambiado, si nos aplicamos a las enseñanzas de Fidel, que ahora está a tiempo completo en nuestras filas.
El periodista cubano es combativo. Se enfrenta sin miedo al peligro, a las guerras, a las enfermedades; sube montañas y anda llanos; participa en las movilizaciones, en los programas de la Revolución, en la recuperación de los ciclones y cambia, sin titubear, su pluma por la herramienta que haga falta.
Para el periodista cubano no existen las medias tintas, las cosas se llaman por su nombre o no se dicen, y habla en el lenguaje del pueblo, sin términos rebuscados; en el lenguaje llano y sencillo que es el que deben hablar todos para que se entiendan.
El periodista cubano se enfrenta a la burocracia y sus burócratas, al abuso y los abusadores, a la chabacanería y sus chabacanos, al delito y a quienes lo cometen; le va de frente al oportunismo, al arribismo, a la morosidad y a los maltratos.
El periodista cubano denuncia desde su trinchera lo que está mal para el pueblo, lo que no funciona.
El periodista cubano no viene de cuna rica o clase media, sino que es hijo del obrero, del campesino o de la ama de casa. No se vende por tres kilos, ni le anda detrás al palo periodístico amarillo, porque aquí los chismes en la prensa no funcionan.
El periodista cubano es profesional, respetuoso de la intimidad de las personas y practica la ética cada vez que sale en busca de la información o la publica.
El periodista cubano es humano, sensible, creativo; es capaz de encontrar la grandeza del guajiro, la universalidad del batey más intrincado o la inmortalidad del más “desconocido” de los locos callejeros de cualquier ciudad.
Es verdad que a veces el periodista cubano no tiene todos los medios técnicos a su alcance, que todavía no hay computadoras para todos, y que el acceso a Internet desde la casa es todavía un sueño para la mayoría.
Es cierto que a veces tienen que andar tras la noticia a pie o en bicicleta; o romper las barreras de fuentes cerradas a la información por mandamiento de su propia ignorancia, “gente” que no recuerda que este país es del pueblo, y que ellos solo administran lo que es de todos.
El periodista cubano se sobrepone, porque ama lo que hace, porque el periodismo es un arte, y una aptitud ante la vida. Porque se es periodista para servir, para ayudar, para enseñar, para educar, para combatir.
El periodista cubano está al lado de la justicia, de los movimientos sociales del mundo, de los que luchan por la protección del medio ambiente, de quienes creen que un mundo mejor es posible.
El periodista cubano está al lado de su Revolución, que estar al lado del pueblo. No hay que temer a la crítica oportuna del periodista cubano, a su certero señalamiento; a su empeño por contribuir al logro de una sociedad mejor, más justa.
Cuando el periodista cubano escribe, porque es lo mejor que sabe hacer, también está labrando Revolución.
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